22/10/09


¿En serio pensé que tenía una belleza promedio? Pensé eso el primer día, y mi disgusto con los chicos que inmediatamente estaban intrigados con ella. Pero cuando recordaba su rostro a través de sus memorias, no podía entender como yo no había encontrado esa belleza inmediatamente. Era algo obvio.
Ahora mismo –con su cabello negro cayéndole por su pálido rostro, usaba una blusa llena de agujeros y pantalones, nuevamente estaba relajada y sus hermosos labios cerrados– me robó el aliento, o lo hubiera hecho, pensé, si estuviera respirando.
Ella no habló. Quizás su sueño había terminado.
Le miré fijamente, y traté de pensar en alguna manera de hacer el futuro soportable.
Herirla no era una opción. ¿acaso solamente podía intentar dejarla otra vez?
Los demás no podrían discutir conmigo. Mi ausencia no pondría a nadie en peligro. No habría sospechas, nada que vinculara al accidente de nuevo. Lo dudé tal como lo hice esta tarde, y nada parecía mejor.
No podía esperar rivalizar con los chicos humanos, si es que ellos le la maban la atención o no. Yo era un monstruo. ¿Cómo me podría ver ella de una manera diferente? Si supiera quien soy, le daría miedo y me repudiaría. Como la victima en una película de terror, ella correría lejos gritando de terror.
[..]
Después de todo, realmente no importaba si yo me iba, ella jamás me vería de la manera en que yo deseaba. Nunca me vería como alguien digno de su amor. Nunca.
¿Podía acaso un corazón congelado y muerto estar roto? Sentía como si el mío lo estuviera.
“Edward” dijo Bella.
Me congelé, mirando fijamente sus ojos cerrados.
¿Se habría despertado?, ¿me miraba?. Ella parecía dormida, pero su voz había sido tan clara..
Ella suspiró suavemente, y luego se movió suavemente hacia un lado –estaba dormida y soñando–
“Edward” murmuró suavemente.
Ella soñaba conmigo.
¿Podía acaso un corazón congelado y muerto volver a latir? Sentía como si el mío lo estuviera.
“Quédate” dijo “Por favor.. no te vayas”
Soñaba conmigo, y no era una pesadilla. Quería que me quedara con ella en su sueño.
Me devané los sesos en busca del nombre correcto al torrente de emociones que me embargaba, pero no conocía palabras tan fuertes que pudieran sostener las emociones. Por un largo momento, me ahogué en ellas.
Cuando llegue a la superficie, no era el mismo hombre que siempre había sido.Mi vida había sido una interminable y tenebrosa medianoche. Había sido, por necesidad para mí, siempre media noche. ¿Así que como era posible que el sol saliera justo en mi medianoche?

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